El Redentor
גָּאַל go’el
Cuando escuchamos esta
palabra, enseguida pensamos en Jesucristo.
Jesús es el único
Redentor de la raza humana. Nos redime para vivir más allá de la muerte.
Redimidos para ser adoptados por Dios como sus hijos.
Pero esto no comienza
con Jesús hecho hombre, ni en todo lo referido en el Nuevo Testamento. El
concepto de redentor está plasmado en el Antiguo Testamento.
Veamos:
“Si el que presenta el animal quiere rescatarlo, deberá pagar una
quinta parte más del valor calculado” Levítico 27:13
“Si alguien quiere rescatar algo del diezmo, deberá para ello
añadir la quinta parte de su valor” Levítico 27:31
“Esas ciudades servirán para refugiarse del que quiera tomar venganza,
pues el homicida no será condenado a muerte hasta que sea juzgado en presencia
de la congregación” Números 35:12
¡Defiéndeme, y ponme
a salvo! ¡Dame vida con tu palabra! Salmo 119:154
“Si la persona afectada
no tiene ningún pariente al que pueda resarcirse por el daño causado, la
compensación por el agravio se me entregará a mí por medio del sacerdote,
además del carnero de la expiación, con el cual el sacerdote hará expiación por
él”. Números 5:8
“Entonces le preguntó: «¿Quién
eres?» Y ella respondió: «Soy Rut, tu sierva. Protege a esta sierva tuya
bajo tu manto, porque tú eres mi pariente cercano.» Rut 3:9
“Duerme aquí esta
noche; y mañana, cuando sea de día, si él te rescata, está bien; que te rescate.
Pero si no te quiere rescatar, yo lo haré. Pongo al Señor como testigo.
Ahora descansa, y hasta mañana.» Rut 3:13
“¿No eres tú el que
secó el mar, las aguas del mar profundo? ¿No eres el que hizo del fondo del mar
un camino, para que por él pasaran los redimidos?” Isaías 51:10
“Porque el Señor ha
redimido a Jacob; lo ha redimido del poder del que era más fuerte
que él” Jeremías 31:11
Por lo tanto, diles a los hijos de Israel: “Yo
soy EL SEÑOR. Yo los voy a librar de los trabajos pesados en Egipto. Voy a liberarlos
de su esclavitud. Con brazo extendido y con grandes juicios les daré libertad. Números 6:6
Como vemos, la idea de redimir, y el agente
(redentor), está fuertemente fijado en el pensamiento hebreo, plasmado en el
Antiguo Testamento.
Así el go’el es: redentor, redimir, actuar
como un pariente que rescata, vengador, hacedor de la parte que corresponde al
pariente, por derecho o por obligación.
Es el alma de la ley cuando ordena a un hermano
casarse con la viuda del hermano muerto para que tenga un hijo que llevará el
nombre del fallecido.
Es rescatar de la esclavitud, pagando el precio.
Es redimir, comprar la tierra de un pariente para salvarla de ser enajenada a
extraños. Y uno de los pasajes más conocidos es el de Job 19:25
יגֹּ֣אֲלִ ייָ֭דַעְתִּ וַאֲנִ֣י
|
“Yo
sé que mi Redentor vive, y que al final se levantará del polvo.”
Job supo en su ser interior, en las profundidades
de su alma que había alguien que habría de levantarse para quitarle de encima
todas las cargas, todas las angustias, para librarlo de la terrible situación
en la que se encontraba, consecuencia del simple hecho de vivir en “este mundo”,
como lo llama el Apóstol Juan.
Volviendo a Jesucristo, su sacrificio vicario
redime a los que en Él creen. Es lo que expresa el famoso versículo de Juan
3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna”
Pero ¿Cuál es la relación de parentesco entre
Jesús y nosotros?
Acá está:
“Pero a todos los que la recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios. Juan 1:12
Sigamos aprendiendo juntos